Wolfgang Amadeus Mozart ; Kenneth Smith, flute ; Bryn Lewis, harp [1st. work] ; John Anderson, oboe ; Michael Collins, clarinet ; Richard Watkins, horn ; Meyrick Alexander, basson [2nd. work] ; Philharmonia Orchestra ; Guiseppe Sinopoli, HQ MP3 · 100 MB.
CD:
1. Concerto for Flute, Harp, and Orchestra in C, K. 299: III. Rondeau: Allegro
Mozart: Flute & Harp Concerto K. 299 & Sinfonia Concertante K. 297b
2. Concerto for Flute, Harp, and Orchestra in C, K. 299: II. Andantino
Mozart: Flute & Harp Concerto K. 299 & Sinfonia Concertante K. 297b
3. Concerto for Flute, Harp, and Orchestra in C, K. 299: I. Allegro
Mozart: Flute & Harp Concerto K. 299 & Sinfonia Concertante K. 297b
4. Concert Per a Flauta, Arpa I Orquestra en Do Major, K. 299: II. Andantino
Mozart: 3 Flute Concertos
5. Bird Scarer's Song
Britten: Folksong Arrangements
6. I Was Lonely and Forlorn
Britten: Folksong Arrangements
7. She's Like the Swallow
Britten: Folksong Arrangements
8. Lord! I Married Me a Wife!
Britten: Folksong Arrangements
9. Lemady
Britten: Folksong Arrangements
10. Bonny At Morn 'with Harp'
Britten: Folksong Arrangements
Una de las mas hermosas obras del genio Mozart, su doble Concierto para Flauta y Arpa
Un CD que recoge los talentos de Kenneth Smith... flauta y Bryn Lewis... arpa... Y el irregular pero genial:
Giuseppe Sinopoli.. con la Philharmonia Orchestra...Es muy bello. Aconsejo que lo escuchen como un especial regalo... Sin olvidar que si les gusta .. No olviden comprar Cds de todos los interpretes y Compositores presentados en este blog.
GIUSEPPE SINOPOLI:
Falleció de un infarto a los cincuenta y cuatro años de edad mientras dirigía Aida -irónicamente el título con el que había debutado en la ópera un cuarto de siglo atrás- en el foso de la Deutsche Oper de Berlín el 20 de abril de 2001. Ha sido y sigue siendo la suya una figura controvertida, habiendo recibido adhesiones inquebrantables pero también siendo víctima de descalificaciones profesionales muy graves; en algunos casos éstas no han venido del mundillo de la crítica sino del propio campo de la interpretación, y ahí están las acusaciones públicas de incompetencia por parte de la siempre temperamental Teresa Berganza a raíz de su registro de Madama Butterfly. La opinión el autor de estas líneas es bastante más positiva, y un repaso por la discografía del autor realizada de cara
precisamente a escribir este breve texto no ha hecho sino confirmar que Sinopoli fue a veces un director extraordinario. Muy irregular, eso desde luego, con algunas cosas que no pasan de lo correcto y que a veces ni siquiera llegan a eso, pero en otras ocasiones muy inspiradas y a veces hasta geniales.
precisamente a escribir este breve texto no ha hecho sino confirmar que Sinopoli fue a veces un director extraordinario. Muy irregular, eso desde luego, con algunas cosas que no pasan de lo correcto y que a veces ni siquiera llegan a eso, pero en otras ocasiones muy inspiradas y a veces hasta geniales.
El estilo del director veneciano se caracteriza por su extroversión, su vitalidad y su comunicatividad, así como por su renuncia a planteamientos "filosóficos" para centrarse en los más "puramente musicales". Construye así unas versiones de un desarrolladísimo sentido del color y de las texturas, sensuales sin caer en el mero hedonismo y a veces adecuadamente ácidas y estridentes; versiones en las que la batuta se recrea en la exhuberancia orquestal y en los contrastes de la partitura, que Sinopoli acentúa de buena gana; y versiones en las que el fraseo resulta ágil y fluido, pero también quizá un tanto nervioso, hasta el punto de que -en las ocasiones menos felices- puede resultar algo atropellado. Precisamente por eso las transiciones no están siempre todo lo bien planificadas que debieran, aunque también se pueden señalar algunos ejemplos (me vienen a la mente unas magistrales Fuentes de Roma) de todo lo contrario. También hay que reconocer que la acumulación de decibelios a la que es muy dado no siempre le permite obtener la deseable claridad instrumental, y que incluso puede haber caídas no en la grandilocuencia pero sí en el efectismo. Sea como fuere la brillantez y la creatividad están aseguradas. Ni que decir tiene que sus propuestas interpretativas, por lo general ajenas al equilibrio y la reflexión, funcionan mejor en unos repertorios que en otros, y de ahí que tengamos que descender al detalle.
En el resto de su repertorio discográfico -no especialmente amplio, con ausencias clamorosas como Bartók o Stravinsky y muy escasa presencia de Haydn, Mozart y Beethoven- hay de todo. Un Verdi singular, por ejemplo, lleno de nervio, vida y teatralidad aunque a ratos algo caprichoso. Un Bruckner irregular en el que espléndidos logros se ven empañados por cierta falta de comunión espiritual y algún muy evidente descuido. Un Schubert y un Schumann extrovertidos y vistosos pero no siempre bien construidos en su arquitectura y a la postre superficiales, faltos de profundidad y de vuelo lírico. O un dramático, emotivo y en definitiva inesperadamente portentoso Stabat Mater de Dvorák. O un personal Elgar en el que lo mismo nos encontramos -descendiendo al detalle- con la languidez y el decadentismo con los que recrea la Serenata para cuerdas que con la garra y la intensidad de su In the South. Evidente y desconcertante irregularidad la del desaparecido maestro, pues, que no debería hacernos olvidar la genialidad de sus admirables recreaciones arriba referidas. De hecho son muchas las batutas de prestigio de hoy día que acumulan tantos errores como los suyos pero rara vez logran alcanzar el nivel de sus logros más celebrados. De ahí que estemos convencidos de que el tiempo pondrá las cosas en su lugar y de que, una vez lejos polémicas de toda índole
la Filarmónica de Inglaterra es un familiar "joven", entre orquestas, habiendo surgido de las cenizas de la orquesta de la vida de Londres interrumpido a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Dentro de un breve periodo de tiempo asombrosamente, se subió a un alto nivel de calidad con un bruñido tono profundo similares a los mejores conjuntos de Austria y Alemania. No es sorprendente que sus años de formación se nutre bajo la batuta de Furtwängler, Karajan, Klemperer y. En 1945, Walter Legge EMI se dio cuenta de una tradición antigua ambición de crear una orquesta de grabación británica principalmente con fines de registro que pueda competir con los mejores modelos del Continente. La Philharmonia, fue elegida para ser una democrática organización flexible
Muchas gracias a todos.
KARL.