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viernes, 13 de enero de 2012

Codex Calixtinus - Monodies and Polyphonies - Ensemble Venance Fortunat



Codex Calixtinus - Monodies and Polyphonies - Ensemble Venance Fortunat

CD

01 - Ultreia
02 - Kyrie cunctipotens genitor
03 - Regi perennis glorie
04 - Ad honorem regi summi
05 - Misit Herodes
06 - Kyrie rex immense
07 - Alleluia vocavit Jesus
08 - Portum in ultimo
09 - Adjutor
10 - Ad superni
11 - Nostra phalanx
12 - Vox nostra resonet
13 - Benedicamus domino I
14 - Benedicamus domino II
15 - Benedicamus domino III
16 - Congaudeant catholici

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El Codex Calixtinus o Códice Calixtino es un manuscrito iluminado de mediados del siglo XII. Constituye una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a Santiago de Compostela, con consejos, descripciones de la ruta y de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino. También contiene sermones, milagros y textos litúrgicos relacionados con el Apóstol Santiago.
Este documento se conservaba en la Catedral de Santiago de Compostela, pero el 7 de julio de 2011 se notificó su desaparición de la caja fuerte donde estaba custodiado.
La compilación que conocemos como Liber Sancti Iacobi fue redactada en diversas épocas y de forma independiente y podría estar ya configurada hacia el año 1140.
El Codex Calixtinus fue copiado por al menos cuatro manos, dos de ellas muy similares. Al autor principal se le conoce con el nombre de Scriptor I.
El manuscrito original constaba de 27 cuadernos: el primero era un quinión y el resto eran cuaterniones. Ya en época antigua se produjeron cambios en algunos cuadernos que alteraron la estructura del códice. Después, hacia el siglo XV se perdió el folio 220, que originariamente iría en blanco y pertenecería al último cuaderno. También debió perderse un folio, así mismo en blanco, que antecedía al actual folio 1. De ser esto cierto, el manuscrito llevaba, como era usual, el primer y el último folio en blanco sirviendo como guardas.
Posteriormente, quizás durante la encuadernación realizada a finales del siglo XII, se añadió a la estructura primitiva del códice un segundo apéndice (Apéndice II).
El libro IV fue separado del manuscrito en 1609, lo que conllevó el maltrato de los cuadernos 20, 21 y 24. Ambos volúmenes fueron encuadernados por separado por Alonso Rodríguez León. Finalmente, el libro IV fue agregado de nuevo durante la restauración de 1966, lo que exigió varios arreglos al manuscrito. En la misma restauración se recortaron las hojas que eran más grandes y sobresalían del resto.
Las anotaciones marginales que los canónigos de Compostela dejaron en el manuscrito, demuestran que el códice fue usado y leído ininterrumpidamente, al menos, hasta mediados del siglo XVI. Sin embargo, parece que a principios del siglo XVII el manuscrito dejó de interesar, cayendo en el olvido durante muchos años.
En la segunda mitad del siglo XIX, el manuscrito fue redescubierto por el canónigo archivero de la Catedral de Compostela, Antonio López Ferreiro. Sin embargo, fue dado a conocer públicamente por el jesuita Fidel Fita y Aureliano Fernández Guerra. En 1879, se trasladaron a Santiago en un viaje de estudio y peregrinación. Al año siguiente, en 1880, publicaron un libro acerca de su viaje a Santiago (Recuerdos de un viaje a Santiago de Galicia), dedicando los capítulos X y posteriores a la descripción y estudio del Codex calixtinus. El libro incluía una fotografía del himno Dum Paterfamilias y una transcripción de su texto, así como varios versos del himno Ad honorem Regis summi.

El Codex Calixtinus consta de cinco libros y dos apéndices, con un total de 225 folios de pergamino escritos en las dos caras, con un tamaño de 295 x 214 mm. Salvo excepciones, el texto es siempre a una columna, con 34 líneas por página.

Tres partes del Calixtinus incluyen música:
El Libro I (de las liturgias). Como se ha indicado anteriormente, incluye la música de los oficios y las misas, así como un suplemento gregoriano. Una de las piezas es polifónica, el resto, monódicas.
El Apéndice I, que contiene 21 piezas polifónicas: 7 Benedicamus, 4 responsorios, 5 conductus, 2 Kyries, 1 Gradual, 1 prosa y 1 Aleluya.
El Apéndice II, con el himno Dum pater familias.

Las 22 obras polifónicas del Calixtinus pertenecen a la primera etapa de la polifonía europea, periodo conocido con el nombre de ars antiqua. Durante muchos años se relacionaron con las composiciones pertenecientes a la Escuela de San Marcial de Limoges. Sin embargo, las composiciones del Calixtinus son más elaboradas que en el repertorio de Saint Martial, considerándose hoy en día emparentadas con los experimentos que se estaban desarrollando en París, en la nueva Catedral Notre Dame, durante los años 1165-1180 y que culminarían poco después con las composiciones de la llamada Escuela de Notre Dame de París.
Todas las piezas son a dos voces, excepto el Congaudeant catholici que es a tres. Las formas musicales representadas son las típicas del ars antiqua:
el conductus: aparece principalmente en los tropos del Benedicamus Domino, de los kyries y de otras piezas litúrgicas como prosas, secuencias, etc. Los conducti de Benedicamus son los más numerosos. La voz principal es el tropo de la pieza polifónica, mientras que la voz organal es una melodía más o menos adornada en el registro agudo. Estos tropos polifónicos a veces tienen forma responsorial, incluyendo después de cada estrofa un breve estribillo, como ocurre con el Congaudeant catholici.
el organum: aparece en ciertas piezas litúrgicas como responsorios, graduales, aleluyas y Benedicamus. Generalmente consiste en una melodía gregoriana monódica (voz principal), a la que, en un momento dado, se añade una segunda voz (voz organal) que desarrolla una melodía larga y adornada. Esta segunda voz puede estar al principio, en medio o hacia el final de la composición, pero generalmente termina con la melodía monódica. Comparados con los organa de la Escuela de Notre Dame de París, que aparecerían poco después, son más sencillos y condensados, sin llegar a desfigurar la voz principal. La voz organal no es tan melismática como los organa de la escuela parisina.
Hay también algunas piezas, como el Kyrie Cunctipotens Genitor, cuya forma es intermedia entre el conductus y el organum: tienen un tropo como voz principal, como en un conductus, y la voz organal desarrolla largos melismas, como en un organum.
El Codex Calixtinus es el primer manuscrito (junto con el ms. Londres, British Library, Egerton 2615, procedente de Beauvais) en utilizar el término "conductus" para una composición musical. Además, exceptuando algunas composiciones que se encuentran en algunos monasterios catalanes, contiene las piezas polifónicas más antiguas que se han conservado en la península Ibérica.
El himno "Congaudeant catholici", que es la única obra conocida para 3 voces en todo el siglo XII, se cree que fue compuesto originalmente para 2 voces (superior e inferior) y posteriormente se insertó una tercera voz entre las dos. Esta hipótesis se basa en el hecho de que la voz intermedia fue copiada en tinta roja en vez de en tinta negra como en el resto del manuscrito y además se copió en el tetragrama de la voz inferior. El mismo copista que copió esta voz, también añadió una segunda voz en tinta roja a dos conductus del suplemento gregoriano del Libro I: "Iacobe sancte tuum" (f. 131) y "In hac die laudes cum gaudio" (f. 131v). La primera de estas dos piezas aparece repetida en el apéndice polifónico (f. 215v). Existen además, otras 7 composiciones en el Libro I a una sola voz que aparecen de nuevo en el apéndice polifónico a dos voces, aunque en varios casos la concordancia es solo parcial: "Dum esset salvator in monte" (f. 107v, 216v), "Huic Iacobo" (f. 109v, 217), "Iacobe virginei" (f. 110, 217), "O adiutor omnium seculorum" (f. 110v, 217-217v), "Misit Herodes" (f. 118v, 218) y "Alleluia. Vocavit Ihesus Iacobum" (f. 119, 218v), "Regi perennis glorie" (f. 139, 216).

El "Dum pater familias" es la única composición del códice en notación aquitana de puntos "in campo aperto", que es la notación que se empleó preferentemente en España tras la supresión del canto hispánico. El resto de las obras van en notación lorena, con grandes semejanzas con la notación de los manuscritos de la región de Nevers, en Borgoña. Por este motivo, algunos especialistas sostienen que la parte musical del códice es debida a los monjes benedictinos de Vézelay, que era uno de los puntos de partida del Camino de Santiago.6 El himno "Dum pater familias", añadido al final del códice, sería por tanto la única composición que podría haber sido copiada en el entorno de Santiago. Además el último de los Benedicamus del suplemento gregoriano del Libro I, "Regi perennis glorie", se le atribuye a cierto doctor de Galicia (Quodam Doctore Galleciano) no identificado.

En el encabezamiento de las composiciones del apéndice polifónico y de algunas de las piezas para una sola voz en el Libro I, aparece en tinta roja el supuesto autor de la misma. En general, estos supuestos autores son obispos y personajes célebres de París y otras iglesias, por lo que algunos investigadores creen que esta atribución no debe ser tenida en cuenta ya que figurarían con la intención de dar prestigio y autoridad a las obras. Sin embargo, otras investigaciones modernas sostienen que alguna de esas atribuciones, como la de Albertus Parisiensis, podrían ser verosímiles, debido a que las obras polifónicas se deberían a compositores ligados a la Catedral de Notre Dame de París.
En total son 16 los personajes a los que se atribuyen obras:
Ato episcopus Trecensis. Corresponde a Atón, obispo de Troyes, quien en 1145 se retiró a la Abadía de Cluny. Se le atribuyen 7 composiciones en el apéndice polifónico.
Magister Goslenus episcopus Suessionis. Maestro Goslenus, obispo de Soissons. Murió en 1152. Se le atribuyen 2 obras en el apéndice polifónico.
Magister Albericus archiepiscopus Bituricensis. Maestro Alberico (Aubry), Arzobispo de Bourges, en Berry. Murió en 1141. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
Fulbertus episcopus Karnotensis. Fulbertus, obispo de Chartres. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico y 6 obras monódicas en el Libro I.
Magister Albertus Parisiensis. Maestro Albert de Paris. Se trata de Albertus Stampensis (Etampes), canónigo de la Catedral de Notre Dame de París y cantor desde 1146 hasta su muerte en 1177. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico: la famosa composición "Congaudeant catholici".
Magister Airardus Viziliacensis. Maestro Airardus de Vézelay. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
Magister Gauterius de Castello Rainardi. Maestro Gauterius del Castillo de Rainardi. Se le atribuyen 3 obras en el apéndice polifónico.
Magister Iohannes Legalis. Maestro Johannes Legalis. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
Magister Droardus Trecensis. Maestro Droardus de Troyes. Se le atribuyen 2 obras en el apéndice polifónico.
Aimericus Picaudi, presbiter de Partiniaco. Aymeric Picaud, presbítero de Parthenay, en Poitou. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
Antiquo episcopo Boneventinus. Antiguo obispo de Benevento. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico y 1 obra monódica en el Libro I.
Guillelmo patriarcha Iherosolomitano. Se le atribuyen 3 obras monódicas en el Libro I.
Magistro Anselmo I. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.
Magistro Rotberto cardinali Romano. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.
Fortunato Pictavensi episcopo. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.
Quodam Doctore Galleciano. Cierto doctor de galicia. No identificado. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.

Desde la primeras transcripciones musicales a finales del siglo XIX, la transcripción de la polifonía del Calixtinus ha sido difícil y polémica. Ello es debido a que la polifonía está en notación lorena, que era la usada en el norte de Francia para el canto monódico gregoriano, por lo cuál no expresa ningún valor rítmico particular, sólo el ritmo libre del canto gregoriano. Pero por otra parte, la polifonía tenía que tener forzosamente un ritmo determinado que permitiera a las dos voces (3 en el Congaudeant catholici) cantar juntas de forma armónica.
La primera transcripción en notación musical moderna fue realizada, en 1882, por el cantor de las Monasterio de las Descalzas Reales (Madrid), José Flores Laguna, quién transcribió los himnos Dum Paterfamilias y Ad honorem Regis summi. En la fiesta de Santiago del 25 de julio del mismo año, se cantaron ambos himnos en la Catedral de Santiago, por primera vez desde los tiempos medievales. Ya esta primera transcripción provocó una intensa polémica qué duró más de 20 años, en cuanto a la línea melódica y sobre todo en cuanto al ritmo, en la que intervinieron entre otros, Francisco Asenjo Barbieri. Después, el monje benedictino de la Abadía de Solesmes, Joseph Pothier, hizo una nueva transcripción del Dum Paterfamilias, según el sistema rítmico de Solesmes, como era de esperar.
En 1924, el musicólogo Friedrich Ludwig realizó las primeras transcripciones de obras polifónicas del Calixtinus, transcribiendo varios organa en varios sistemas rítmicos. En 1931, Peter Wagner, profesor de la Universidad de Friburgo (Suiza), realiza la primera transcripción completa de todas las obras musicales del Calixtinus y en 1944, por encargo del Instituto de Estudios Gallegos, el monje benedictino del Monasterio de Silos, Germán Prado, realiza otra transcripción completa acompañándola de un facsímil con los folios del manuscrito que contienen música. Ambas transcripciones, la de Wagner y la de Prado se realizan siguiendo el sistema gregoriano de Solesmes, transcribiendo en notación cuadrada los neumas originales del códice, sin plantearse problemas rítmicos o interpretativos.
A partir de 1950, surgen numerosos estudios que proponen nuevos sistemas de transcripción, entre los que destacan los de Willi Apel, Walther Krüger, Johann Schubert, Bruno Stäblein, Theodore Karp, Heinrich Husmann, Paul Helmer, Hendrik van der Werf, etc. Entre los musicólogos españoles, destacan las trancripciones de la polifonía de Higinio Anglés, publicada en 1962 y de José López-Calo, en 1981.


 El Codex Calixtinus fue pensado para ser cantados en voz alta y es de gran interés para los musicólogos como uno de los primeros ejemplos de la polifonía.

Muchas gracias a todos.