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martes, 22 de marzo de 2011

Anne-Sophie Mutter.... TCHAIKOVSKY / KORNGOLD Violin Concertos



Tchaikovsky | Korngold · Violin Concertos
Piotr Ilyich Tchaikovsky (1840-1893)..Erich Wolfgang Korngold (1897-1957), Wiener Philharmoniker,London Symphony Orchestra
2004 Deutsche Grammophon GmbH, Hamburg...MP3 HQ · 96 MB


CD:

Peter Ilyich Tchaikovsky (1840 - 1893)
Violin Concerto in D, Op.35
1) 1. Allegro moderato [18:26]
2) 2. Canzonetta: Andante - attacca: [6:58]
3) 3. Finale (Allegro vivacissimo) [9:30]
Anne-Sophie Mutter
Wiener Philharmoniker




Erich Wolfgang Korngold (1897 - 1957)
Violin Concerto in D major, Op.35
4) 1. Moderato nobile [8:40]
5) 2. Romance: Andante [7:58]
6) 3. Finale: Allegro assai vivace [7:08]
Anne-Sophie Mutter
London Symphony Orchestra
André Previn



Desde hace unos años a esta parte, Anne-Sophie Mutter ha decidido volver a grabar lo que ya había grabado antes, a finales de los años 70 y durante los 80 del pasado siglo, junto con su mentor, Herbert von Karajan. Primero tocó repetir el concierto de Brahms, luego el de Beethoven, y ahora le ha llegado el turno al de Tchaikovsky. Es de agradecer que la violinista alemana se tome el detalle de que en todas estas repeticiones incluya obras que no había grabado antes, como por ejemplo la Fantasía Op.131 de Schumann o las Romanzas para violín de Beethoven. Ahora le toca el turno al Concierto de Korngold... pero vayamos por partes.

La antigua grabación de la Mutter del Concierto en Re mayor Op 35 de Tchaikovsky, también para la Deutsche Grammophon, data del verano de 1987 en el Festival de Salzburgo, junto con la Filarmónica de Viena, y Herbert von Karajan. Esta fue la última colaboración discográfica que hicieran alumna y maestro juntos. En aquella grabación la "voz cantante" la imponía un octogenario Karajan, que escogía un ritmo lento, distanciado y poético de la partitura, con ausencia total de esa negrura característica en esta obra de Tchaikovsky. La Mutter se entregaba a este cometido como una componente más. A muchos les parecerá esta antigua versión algo almibarada, y no les faltará razón, ya que en ciertos pasajes, como el inicio del primer movimiento o en la Canzonetta, hay grandes cantidades de blandura, tanto por el director como por la solista; algunos también se decepcionarán porque no hay atisbo de nada que lo haga sonar a ruso, todo es extremadamente romántico. La Mutter extraía un sonido rico, perfectamente afinado, sinuoso y con gran flexibilidad, pero se veía "constreñida" a las directrices del maestro, llegando lo mejor, claro está, en la "cadenza" del primer movimiento donde ella llega a explayarse a gusto. No era aquella una versión como primera opción, ni siquiera estaría entre las más punteras de una discografía de este concierto, pero sí es una versión a conocer, por original, aunque para muchos sea relamida. Pero ya se sabe, sobre gustos...

En la nueva versión de este concierto, la "voz cantante" la lleva la Mutter, como no podía ser menos, y a ella la vuelven a acompañar otra vez los filarmónicos vieneses y su marido, que es ahora quien lleva la batuta. También esta es una grabación en vivo. Pues bien, aquí la Mutter se puede decir que hace lo que le da la gana, ya no hay nadie que se lo impida, giros por todos lados, exageración a la hora de abordar los reguladores, cambios de "tempi", abuso de los portamentos, medias voces, donde tendrían que ir voces plenas, legatos interminables, etc. Y volvemos a lo de siempre que nos toca comentar un disco de esta sra. ¿es esto bueno, o es malo? Si nos vamos a la ortodoxia, se le tildaría de degenerada, ya que esto ni suena a ruso, ni suena a Tchaikovsky, suena a Mutter. Si nos vamos a la heterodoxia, ella sería una reina, ya que "pretende" romper con todos los cánones técnicos, ya que en cuanto a forma, véase sentido romántico, "rubato"... sigue estando todo en su sitio. 

El acompañamiento de Previn, no es el colmo de la exquisitez, ni mucho menos, pero es el único, pese a algún que otro exceso de volumen, que se cree que esto sí es Tchaikovsky. No consigue desgranar las melodías como Karajan, pero sí les da ese sonido de "raza"... que no suele ser mucho, teniendo enfrente a la Filarmónica de Viena, ya que ellos siempre se empeñan en sonar "a Viena", con todo lo que eso quiere decir. En definitiva, interpretación curiosa, como la anterior con Karajan, donde la Mutter nos da un recital de todas sus virtudes (o defectos), que no agradará a todos, pero es lo que pasa siempre que esta mujer coge el violín.

La segunda pieza en el disco, es nueva para la Mutter, en Concierto en Re mayor, Op 35 de Korngold (misma tonalidad y mismo número de opus que el de Tchaikovsky), pero no es tan nueva para Previn, que es para muchos un gran traductor de este compositor (otros tantos no lo ven así) y que ya ha llevado este concierto, contando esta interpretación, tres veces al disco. La primera de ellas fue junto a Itzhak Perlman y la Sinfónica de Pittsburg, en 1980 para EMI: es esta una versión descafeinada por parte del violinista, que siempre parece que esté tocando lo mismo y de igual modo, así que lo mismo puede sonar a Beethoven, a Glazunov o a Korngold, y con una dirección de Previn atenta, pero quizás algo "rústica".

La siguiente aproximación fue con Gil Shaham, a finales de los 90, y con la Sinfónica de Londres: es esta, para mí, la mejor versión en disco de este concierto, tanto por la exquisitez del violín, que aquí sí suena a Korngold, con esos guiños a las bandas sonoras y a la música de Mahler, como por la dirección de Previn, quien exprime al máximo los recursos de esta partitura, con un gran colorido orquestal, y cierto toque sofisticado que no le quedan nada mal.

Y ahora, claro, llega la nueva versión, y con su mujer al violín. Pues bien, la Mutter se toma muy a pecho este nuevo riesgo, y consigue resultados positivos, pero sin igualar a la anterior versión citada. Ella consigue extraer esa "alma alemana" de Korngold, con un sonido muy centroeuropeo, no suena nada a el Korngold americano, salvo por parte de la orquesta, quizás pretenda hacer trascendente este concierto, equiparándolo con Mendelssohn o Schumann, pero que pierde ese toque de frescura o de ingenuidad, a la par que también pierde ese aire sofisticado, "de película" que sí conseguía Shaham, por ejemplo. Lo mejor es, sin duda, el Andante, donde ella exprime al máximo ese aire "decadente" de esta música. La dirección de Previn, otra vez con la Sinfónica de Londres, es muy buena, qué duda cabe, pero no llega a igualarse con su anterior registro. Interpretación digna. (1****)





**** Extr: Rubén Florez Bande, artíc. en la revista FILOMUSICA . Y referencias de: TCHAIKOVSKY: Concierto para violín y orquesta, en Re mayor, Op. 35 
KORNGOLD: Concierto para violín y orquesta, en Re mayor, Op. 35

Muchas gracias a todos.

KARL.