Gregorian Chant for Meditation
Composer(s) Anonymous
Nova Schola Gregoriana
Turco, Alberto, Conductor
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El canto llamado gregoriano, inicialmente canto cristiano es un tipo de canto llano (simple, monódico, sin saltos: movimientos por grados conjuntos y con una música supeditada al texto) utilizado en la liturgia de la Iglesia Católica Romana, aunque en ocasiones es utilizado en un sentido amplio o incluso como sinónimo de canto llano.
Deben rastrearse sus orígenes en la práctica musical de la sinagoga judía y en el canto de las primeras comunidades cristianas. La denominación canto gregoriano procede de atribuírsele su recopilación al Papa San Gregorio Magno, siendo una evolución del canto romano confrontado al canto galicano. Debe aclararse y entenderse que el canto gregoriano no es inventado ni siquiera recopilado por el Papa Gregorio I Magno. Fue a partir del siglo IX que empezó a asociarse su nombre a este compendio musical, sobre todo a partir de la biografía de Juan el Diácono.
Desde su nacimiento, la música cristiana fue una oración cantada, que debía realizarse no de manera puramente material, sino con devoción o, como lo decía San Pablo: «Cantando a Dios en vuestro corazón». El texto era pues la razón de ser del canto gregoriano. En realidad el canto del texto se basa en el principio de que, según San Agustín, «El que canta bien, ora dos veces». El canto gregoriano jamás podrá entenderse sin el texto, el cual tiene prelación sobre la melodía y es el que le da sentido a ésta. Por lo tanto, al interpretarlo, los cantores deben haber entendido muy bien el sentido del texto. En consecuencia, se debe evitar cualquier impostación de voz (sin sobresaltos) de tipo operístico en que se intente el lucimiento del intérprete. Del canto gregoriano es de donde proceden los modos gregorianos, que dan base a la música occidental. De ellos vienen los modos mayores y menores, y otros cinco menos conocidos.
El canto gregoriano tuvo gran impacto en el desarrollo de la música occidental, especialmente en la música medieval y del renacimiento. El pentagrama moderno procede directamente de las neumas gregorianas. La notación musical que fue creada por Guido para el canto llano fue adaptada para otros tipos de música y los grupos de neumas fueron designados para representar ritmos musicales. Las notas modernas ya remplazaban los neumas en los siglos XV y XVI, aunque los libros de música sagrada conservan las neumas hasta hoy en día.
El Canto romano antiguo es el repertorio liturgico del canto llano en el rito Romano de la Iglesia Católica Romana que se interpretaba antiguamente en Roma, emparentado muy de cerca, pero distinto del canto gregoriano, que fue suplantando gradualmente al primero durante los siglos XI a XIII. Al contrario que otras tradiciones vocales como el canto ambrosiano, el canto mozárabe o el canto galicano, el canto romano antiguo y el canto gregoriano comparten básicamente la misma liturgia y los mismos textos, y muchas de sus melodias están muy relacionadas. Aunque prinicipalmente estaba asociado con las iglesias de Roma, el canto romano antiguo también se desarrollo en zonas del centro de Italia y posiblemente incluso en Gran Bretaña e Irlanda.
El canto que hoy llamamos "romano antiguo" proviene principalmente de un pequeño número de fuentes, entre las que se encuentran tres graduales y dos antifonarios de entre 1071 y 1250. Aunque son posteriores a muchas de las fuentes de notacion de otras tradiciones vocales, este canto recibe el nombre de "romano antiguo" porque se cree que refleja la tradición oral Romana de varios siglos atrás, hasta que su uso fue reemplazado por el canto gregoriano.
Existen muchas teorías acerca de los orígenes del canto gregoriano y el canto antiguo romano, pero la hipótesis más aceptada, respaldada por Apel y Snow, postula que ambas tradiciones vocales provienen de un mismo antepasado romano utilizado alrededor del año 750. Para consolidar el poder eclesiástico y fortalecer sus lazos políticos con el poder de la iglesia Romana, los Francos llevaron este canto romano antiguo hacia el norte, especialmente durante el mandato de los gobernantes carolingios Pipino el Breve y Carlomagno. Allí fue consecuentemente modificado, influido por los estilos locales y el canto galicano, y categorizado en el sistema de ocho modos. Este canto carolingio, o franco-romano, paso a ser conocido como canto gregoriano. Mientras tanto, el canto local que había permanecido en Roma evoluciono gradualmente hacia la forma en la que comenzó eventualmente a ser anotada, al mismo tiempo que el gregoriano lo sustituyó en Roma.
Otra teoría, mantenida por Hans Schmidt, sugiere que lo que hoy llamamos canto romano antiguo refleja el usado en las iglesias urbanas de Roma, en contraposicion con los cantos utilizados en el Vaticano para las ceremonias papales, y que fue este último es que fue llevado al norte y evoluciono hacia el canto gregoriano. Esto podría explicar las diferencias entre el canto gregoriano temprano y el canto romano local, que eran patentes incluso durante la Edad Media. Sin embargo, esta visión es compartida de forma minoritaria.
En el caso de otras tradiciones vocales desaparecidas, como el canto galicano, el canto mozárabe, y el canto beneventano, se concibe que la supremacia romana en occidente tendio a sustituir las liturgias y tradiciones vocales no romanas. Parece que la sustitucion del propio canto local de Roma requiere alguna otra explicación. Esto se debe a la influencia de varios factores. En el siglo X realmente no se anotaban manustritos musicales musicales en Italia. Se desarrollo un modelo mediante el que los Papas Romanos importaron el canto de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico durante los siglos X y XI. Por ejemplo, en 1014 se añadió el Credo al rito romano por solicitud del emperador Enrique II. Las tradiciones musicales locales de Roma ya habían mostrado influencias gregorianas, y eventualmente el gregoriano se tomo como el canto auténtico y original de Roma, una malconcepcion que perdura hasta el día de hoy.